lunes, 29 de febrero de 2016

MISA Marzo 1 SANTORAL, PETICIONES Y REFLEXIONES




MISA  Marzo  1 SANTORAL, PETICIONES Y REFLEXIONES
Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes
Feria de Cuaresma: Martes de la 3a. semana

Antífona de Entrada: Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.

Oración Colecta
Oremos: Que tu gracia, Señor, nunca nos abandone, para que nos haga perseverar dedicados a tu santo servicio y nos obtenga siempre tu ayuda.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Daniel (3, 25. 34-43)
En aquel tiempo, Azarías oró al Señor, diciendo: “Señor, Dios nuestro, no nos abandones nunca; por el honor de tu nombre no rompas tu alianza; no apartes de nosotros tu misericordia, por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo, por Jacob, tu santo, a quienes prometiste multiplicar su descendencia, como las estrellas del cielo y las arenas de la playa. Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos frente a los demás pueblos y estamos humillados por toda la tierra, a causa de nuestros pecados.  Ahora no tenemos príncipe ni  jefe ni profeta; ni holocausto ni sacrificio ni ofrenda ni incienso; ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado, como un sacrificio de carneros y toros, como un millar de corderos cebados. Que ése sea hoy nuestro sacrificio y que sea perfecto en tu presencia, porque los que en ti confían no quedan defraudados.  Ahora te seguiremos de todo corazón; te respetamos y queremos encontrarte; no nos dejes defraudados. Trátanos según tu clemencia y tu abundante misericordia. Sálvanos con tus prodigios y da gloria a tu nombre”. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial
Salmo 24
Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.

Descúbrenos, Señor, tus caminos,  guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios  y salvador  y tenemos en ti  nuestra esperanza.
Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor  y esa ternura,  acuérdate de nosotros.
Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.
Porque el Señor es recto  y bondadoso,  indica a los pecadores el sendero,  guía por la senda recta  a los humildes  y descubre a los pobres  sus caminos.
Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.

Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Martes Marzo 1
Todavía es tiempo, dice el Señor
Evangelio

† LECTURA Evangelio Mateo  capítulo 18, versículos 21 al 35
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Jesús le contestó: “No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete”. Entonces Jesús les dijo: “El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda. Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero se le arrodilló y le rogaba: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.  Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’ Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía. Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

† REFLEXION Evangelio Mateo  capítulo 18, versículos 21 al 35

Buenas, buenas, espero estes bien, seguimos poniendo nuestro corazón en Dios, en este tiempo de gracia, para que Él lo forme y reconstruya a su imagen.

La Palabra de Jesús nos sigue iluminando y orientando, hoy gracias a la pregunta que Pedro le realiza: ¿Señor, hasta cuantas veces debo perdonar, hasta siete veces?

El Señor le responde rápida y claramente, “no solo siete veces, sino hasta setenta veces siete”, es decir, siempre y para profundizar lo dicho nos deja la parábola del servidor despiadado culminando el relato diciendo: “lo mismo hará mi padre celestial con ustedes, sino perdonan de corazón a sus hermanos”.

Hacer memoria, recordar todo lo que Dios nos ha perdonado es la tarea, Él por amor, nos libró de la muerte, del pecado, entregando a su propio hijo y regalándonos su misma Vida Eterna. Sólo si nos reconocemos perdonados y salvados, podremos perdonar de corazón a los hermanos.

Recuerda ahora, enumerá todo lo que te ha perdonado y sigue perdonando el Señor, si hemos recibido tanto, y nos auxilia siempre su gracia, ¿podemos negarnos a perdonar alguna ofensa del hermano?

Te invito a que hoy puedas perdonar esa ofensa recibida, ¿te animas? Quizas en algunos casos haya situaciones muy dolorosas, o difíciles que nos hacen sentir que es imposible, que no queremos o no podemos, sin embargo, nada es imposible para Dios.

Señor Jesús, así como cada día, pedimos, como vos nos enseñaste. Perdona nuestras ofensas, te pedimos que agrandes nuestra capacidad de amar y perdonar de corazón, para ser perdonados y liberados.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que esta ofrenda de salvación realice la purificación de nuestros pecados, y nos atraiga tu poderoso auxilio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.  Amén.

Prefacio de Cuaresma III
Los frutos de la penitencia
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has querido que nosotros, pecadores, encontremos en nuestras privaciones voluntarias un motivo para bendecirte, ya que nos ayudan a refrenar nuestras pasiones desordenadas y, al darnos ocasión de compartir nuestros bienes con los necesitados, nos hacen imitadores de tu generosidad. Por eso, con la multitud de los ángeles, te alabamos a una sola voz, diciendo:

Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión: Señor ¿quién puede hospedarse en tu tienda y descansar en tu monte santo? El que procede honradamente y practica la justicia. Oración después de la Comunión

Oremos: Que la santa participación de tu sacramento, Señor, nos reavive espiritualmente y al mismo tiempo nos alcance tu perdón y tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.  Amén.

Oración a favor del Pueblo

Oremos: Señor Dios, maestro y guía de tu pueblo, aleja de él los pecados que lo acosan, para que te agrade siempre y esté seguro con tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.  Amén

OTRAS REFLEXIONES AL EVANGELIO DE HOY

† REFLEXIÓN Evangelio Mateo  capítulo 18, versículos 21 al 35

Toda ofensa entre los hombres encierra de algún modo una vulneración de la verdad y del amor y así se opone a Dios, que es la Verdad y el Amor. La superación de la culpa es una cuestión central de toda existencia humana; la historia de las religiones gira en torno a ella. La ofensa provoca represalia; se forma así una cadena de agravios en la que el mal de la culpa crece de continuo y se hace cada vez más difícil superar. Con esta petición el Señor nos dice: la ofensa sólo se puede superar mediante el perdón, no a través de la venganza. Dios es un Dios que perdona porque ama a sus criaturas; pero el perdón sólo puede penetrar, sólo puede ser efectivo, en quien a su vez perdona. El tema del "perdón" aparece continuamente en todo el Evangelio.[...] La parábola del siervo despiadado: a él, que era un alto mandatario del rey, le había sido perdonada la increíble deuda de diez mil talentos; pero luego él no estuvo dispuesto a perdonar la deuda, ridícula en comparación, de cien denarios que le debían: cualquier cosa que debamos perdonarnos mutuamente es siempre bien poco comparado con la bondad de Dios que perdona a todos.

Abra por favor la siguiente pagina WEB

https://www.facebook.com/GrupoDeOracionDivinoNino?ref=bookmarks
Su petición será publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan  oraciones,
cuando sea menester ayúdenos con sus  oraciones.

Cursillista  M. E. Winston Pauta Avila
Guayaquil - Ecuador
wpauta@yahoo.es,

No hay comentarios:

Publicar un comentario