MISA Febrero 5
SANTORAL, PETICIONES Y REFLEXIONES
VIERNES 5
Santos: Felipe de Jesús protomártir mexicano; Albuino de
Bressanone, obispo, y los Mártires del Ponto.
En la República Mexicana: Fiesta en la Arquidiócesis de
México: Solemnidad
(Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 10-11)
Que al nombre de Jesús, todo ser viviente, en el cielo,
en la tierra, en el abismo, caiga de rodillas y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te dignaste aceptar la sangre de san
Felipe de Jesús como una primicia de la fe de nuestro pueblo, concédenos, por
su intercesión, madurar en esa misma fe, para que demos testimonio de ella no
sólo con las palabras, sino, sobre todo, con los actos de nuestra vida diaria.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LECTURA Evangelio Marcos capítulo 6, versículos 14 al 29
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había
extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: «Juan Bautista ha
resucitado, y por eso los ángeles actúan en él.» Otros decían: «Es Elías.»
Otros: «Es un profeta corno los antiguos.» Herodes, al oírlo, decía: «Es Juan,
a quien yo decapité, que ha resucitado.»
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había
metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con
Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito
tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en
medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que
era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba
desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por
su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente
principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a
Herodes y a los convidados.
El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te
lo doy.» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»
Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le pido?»
La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista.»
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y
le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el
Bautista.»
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los
convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese
la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una
bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al
enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron. Palabra
del Señor
REFLEXION Evangelio
Marcos capítulo 6, versículos 14 al 29
Jesús es siempre el protagonista del Evangelio. Más aún,
Él es el Evangelio por excelencia. Pero en días como hoy Jesús pasa a un
segundo plano del relato, algo que no nos habíamos encontrado hasta ahora en
nuestra lectura del texto de Marcos. De todos modos, a pesar de esa discreta
presencia, Jesús sigue siendo el protagonista: la muerte de Juan Bautista se
nos narra para iluminar que Herodes había comenzado a temer a Jesús y a
preguntarse por él. La fama del carpintero de Nazaret -el hijo de María- iba
llegando a las alturas.
Como Iglesia universal evocamos hoy la figura de una
mujer generosa, Águeda, que entregó su vida por la fe y no sucumbió a la
tentación de disimular ni buscar seguridades. Mañana día 6 recordaremos a Pablo
Miki y a sus compañeros de Japón, testigos también de la fe en Jesús mil
trescientos años después de Águeda. Buena jornada hoy para recordar que -como
afirmó muchas veces Juan Pablo II- el último siglo ha sido el más fecundo en
mártires de toda la historia de la Iglesia. Hoy, 5 de febrero de 2016, muchos
hermanos y hermanas nuestros, dispersos por los cinco continentes, aceptan ser
perseguidos por no renegar de Jesús.
Juan Bautista brilla de un modo especial en el calendario
de la Iglesia; en junio celebramos su natividad, a finales de agosto su
martirio. Hoy, al hilo de esta lectura continua del evangelio, traemos a la
memoria y a la celebración su figura, su condición de precursor de Jesús, de
testigo de la verdad, de ejemplo de proclamación del querer de Dios y de
penitencia.
Buena ocasión para poner el termómetro a nuestra vida,
para preguntarnos cómo habríamos actuado en una escena como la que Marcos nos
narra.
Dediquemos unos minutos a la Iglesia que sigue estando
perseguida. Preguntémonos qué podemos hacer por estos hermanos nuestros.
Pidamos la intercesión de los Mártires: Juan Bautista, Águeda, Pablo Miki…
¡Hermanos generosos y valientes: rogad por nosotros!
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa
virgen Águeda te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su
martirio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 6)
Ya viene el esposo; salgamos al encuentro de Cristo, el
Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Águeda con
la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión
nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
OTRAS REFLEXIONES AL EVANGELIO DE HOY
La figura de Juan el Bautista es admirable por su
entereza en la defensa de la verdad y por su valentía en la denuncia del mal.
Pero de Juan también podemos aprender su reciedumbre de carácter y coherencia
de vida con lo que predicaba.
Si algo buscamos los hombres de hoy día es precisamente
el ejemplo de aquellas personas que nos predican y nos enseñan verdades con su
propia vida. Tal vez estamos cansados de escuchar lo que no debemos hacer pero
tal vez también hemos visto poco lo que es más conveniente hacer. Si nos sirve
de ejemplo, el testimonio de Juan Pablo II es uno de los más elocuentes para
los hombres de hoy.
Juan el Bautista, cuando fue el caso, denunció con
intrepidez el mal, cosa que cuando afecta a personas poderosas, suele traer
consecuencias negativas. Nuestro Papa de hoy amonesta también las leyes humanas
que no respetan la vida o no favorecen el derecho a la vida de todas las
personas, sean enfermos o sanos, nacidos o no nacidos. Y al igual que el
Bautista también es criticado y perseguido.
Tal vez nosotros no seamos amenazados de muerte, pero sí
estamos invitados a dar un testimonio coherente de nuestra vida. Habrá momentos
en los que tengamos que denunciar el mal allí donde existe y la mejor manera de
hacerlo será con nuestras palabras valientes pero sobre todo con nuestro
testimonio en la vivencia de nuestra fe.
Abra por favor la
siguiente pagina WEB
https://www.facebook.com/GrupoDeOracionDivinoNino?ref=bookmarks
Su petición será
publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que
hay hermanos que también necesitan
oraciones, cuando sea menester ayúdenos con sus oraciones.
Cursillista M. E. Winston Pauta Avila
Guayaquil -
Ecuador
wpauta@yahoo.es,
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