domingo, 2 de febrero de 2020

EUCARISTÍA Febrero 3, Santoral, Reflexión y Peticiones





EUCARISTÍA Febrero 3, Santoral, Reflexión y Peticiones
EN SU SANO JUICIO 2 Sam 15.13-14.30; 16. 5-13; Mc 5.1-20

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95. 1. 6
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.

ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos agradarte en todo y así merezcamos en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo ...

PRIMERA LECTURA
Huyamos de Absalón. Dejen que Semeí me maldiga. porque se lo ha ordenado el Señor.
Del segundo libro de Samuel: 15, 13-14. 30; 16, 5-13
En aquellos días, llegó un hombre a avisar a David: "Todos los israelitas se han puesto de parte de Absalón". Entonces David les dijo a sus servidores que estaban con él en Jerusalén: "Huyamos pronto, porque si llega Absalón no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, pues si se nos adelanta y nos alcanza, nos matará y pasará a cuchillo a todos los habitantes de la ciudad".
Al subir por el monte de los Olivos, David iba llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Todos sus acompañantes iban también con la cabeza cubierta y llorando.
Cuando llegaron a Bajurim, un hombre de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, les salió al encuentro y se puso a seguirlos. Los iba maldiciendo y arrojaba piedras a David y a todos sus hombres. El pueblo y los soldados se agruparon en torno a David_ Semeí le gritaba: "Fuera de aquí, asesino malvado. El Señor te está castigando por toda la sangre de la casa de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el trono a tu hijo Absalón y tú has caído en desgracia, porque eres un asesino".
Abisay, hijo de Sarvia, le dijo entonces a David: "¡Por qué se ha de poner a maldecir a mi Señor ese perro muerto? Déjame ir a donde está y le corto la cabeza".
Pero el rey le contestó: "¿Qué le vamos a hacer? Déjalo; pues si el Señor le ha mandado que me maldiga, ¿quién se atreverá a pedirle cuentas?". Enseguida, David dijo a Abisay y a todos sus servidores: "Si mi propio hijo quiere matarme, ¿con cuánta mayor razón este hombre de la familia de Saúl?
Déjenlo que me maldiga, pues se lo ha ordenado el Señor. Tal vez el Señor se apiade de mi aflicción y las maldiciones de hoy me las convierta en bendiciones". Y David y sus hombres prosiguieron su camino. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 3,2-3.4-5.6-7.
R/. Levántate, Señor, y sálvame, Dios mío.

Mira, Señor, cuántos contrarios tengo, y cuántos contra mí se han levantado; cuántos dicen de mí: "Ni Dios podrá salvado". R/.
Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria y mi victoria; desde tu monte santo me respondes cuando mi voz te invoca. R/.
En paz me acuesto, duermo y me despierto, porque el Señor es mi defensa. No temeré a la enorme muchedumbre que me cerca y me acecha. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 7. 16
R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Espíritu inmundo, sal de este hombre.

Del santo Evangelio san Marcos: 5, 1-20
En aquel tiempo, después de atravesar el lago de Genesaret, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó Jesús, vino corriendo desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros. Ya ni
con cadenas podían sujetado; a veces habían intentado sujetarlo con argollas y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba las argollas; nadie tenía fuerzas para dominado. Se pasaba días y noches en los sepulcros o en el monte, gritando y golpeándose con piedras.
Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino a postrarse ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Te ruego por Dios que no me atormentes".
Dijo esto porque Jesús le había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre. Entonces le preguntó Jesús: "¿Cómo te llamas?". Le respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos". Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.
Había allí una gran piara de cerdos, que andaban comiendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaban a Jesús: "Déjanos salir de aquí para metemos en esos cerdos". Y él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el lago y se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido, en el pueblo y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio, sentado y vestido. Entonces tuvieron miedo. Y los que
habían visto todo, les contaron lo que le había ocurrido al endemoniado y lo de los cerdos. Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se marchara de su comarca.
Mientras Jesús se embarcaba, el endemoniado le suplicaba que lo admitiera en su compañía, pero él no se lo permitió y le dijo: "Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso que ha sido el Señor contigo". y aquel hombre se alejó de ahí y se puso a proclamar por la región de Decápolis lo que Jesús había hecho por él. y todos los que lo oían se admiraban.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN Evangelio san Marcos: 5, 1-20
En el Evangelio de hoy, vamos a meditar un largo texto sobre la expulsión de un demonio que se llamaba Legión y que oprimía y maltrataba a una persona. Nos sitúa con Jesús y sus discípulos al otro lado de la orilla, es decir, un ambiente ajeno, con personas totalmente esclavizadas por las fuerzas del mal, poseídas por espíritus inmundos. Hoy, hay mucha gente que se sirve de estos textos del evangelio sobre la expulsión de los demonios, para dar miedo a la gente. ¡Es una lástima! Marco hace lo contrario. El poder del mal oprime, maltrata y aliena a las personas, pero Jesús restituye la dignidad humana, liberándonos de las fuerzas del mal. Él no nos quiere esclavizados, ni oprimidos y esto no es privilegio de algunos, porque nos invita, con su ejemplo, a salir de nuestra tierra, de nuestra zona de confort. Ir también a predicar la bondad de Dios a lugares hostiles y aparentemente impuros, mostrar una vez más su dominio sobre el poder del mal, reintegrar a las personas en la convivencia social de la que habían sido excluidas por su situación peculiar, dar testimonio de la desconcertante -pero patente- misericordia de Dios.
¿Cuál es el punto de este texto que más te ha gustado o que más te ha llamado la atención? ¿Por qué? ¿Cómo estoy anunciando lo que el Señor ha hecho conmigo?

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33,6
Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros no se avergonzarán.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que al experimentar el efecto vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.

Su petición será publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones.

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