MISA Octubre 17
SANTORAL, PETICIONES Y REFLEXIONES
LUNES 17
Rojo San Ignacio
de Antioquía, Obispo y Mártir, Memoria MR p. 814 (846) / Lecc. II, p. 916
AUNQUE UNO ANDE
SOBRADO
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ga 2, 19-20
Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero ya no soy yo el
que vive, es Cristo quien vive en mí; vivo en la fe que tengo en el Hijo de
Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que embelleces el cuerpo
sagrado de tu Iglesia con el testimonio de los santos mártires, concédenos que
el glorioso martirio que hoy celebramos, así como dio a san Ignacio de
Antioquía eterno esplendor, nos dé también a nosotros protección constante. Por
nuestro Señor Jesucristo...
PRIMERA LECTURA
Nos dio la vida en Cristo y nos ha reservado un sitio en
el cielo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 1-10
Hermanos: Ustedes estaban muertos por sus delitos y
pecados, porque en otro tiempo vivían según los criterios de este mundo,
obedeciendo al que está al frente de las fuerzas invisibles del mal, a ese
espíritu que ejerce su acción ahora sobre los que resisten al Evangelio. Entre
ellos estuvimos también nosotros, pues en otro tiempo vivíamos sujetos a los
instintos, deseos y pensamientos de nuestro desorden y egoísmo, y estábamos
naturalmente destinados al terrible castigo de Dios, como los demás.
Pero la misericordia y el amor de Dios son muy grandes;
porque nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y él nos dio la vida
con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con
Cristo y en Cristo nos ha resucitado, y con él nos ha reservado un sitio en el
cielo. Así, en todos los tiempos, Dios muestra por medio de Cristo Jesús, la
incomparable riqueza de su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia,
mediante la fe; y esto no se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios.
Tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir, porque somos
hechura de Dios, creados por medio de Cristo Jesús para hacer el bien que Dios
ha dispuesto que hagamos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 99, 2.3.4.5
R/. El Señor es nuestro dueño.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Se-ñor con
alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos
hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus
atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna
su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 3
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el
Reino de los cielos. R/.
EVANGELIO
¿Para quién serán todos tus bienes?
LECTURA Evangelio Lucas: 12, 13-21
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una
multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta
conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿quién me ha
puesto como juez en la distribución de herencias?" Y dirigiéndose a la
multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre
no depende de la abundancia de los bienes que posea".
Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo
una gran cosecha y se puso a pensar: `¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde
almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y
construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo.
Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa,
come, bebe y date a la buena vida'.
Pero Dios le dijo: `¡Insensato! Esta misma noche vas a
morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?' Lo mismo le pasa al que amontona
riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN Evangelio Lucas: 12, 13-21
Este Evangelio es engañador para quien lo lee
superficialmente: ¿es malo tener grandes cosechas? ¿es malo construir graneros
donde guardarlas? Nada de eso. Cristo elogiará siempre a los hombres sagaces y
prudentes.
El problema está en el alma. El desdichado protagonista
de la parábola invita al alma a descansar, a dejar todo esfuerzo porque tiene
todo lo suficiente para vivir. Cristo está refiriéndose en estas líneas a la
eterna tentación de todo pueblo y toda persona que alcanza cierto nivel de
bienestar: creer que ya no necesita de Dios por tener cubiertas las necesidades
corporales.
Cuando el hombre tiene pan, placeres, seguridad social y
pasatiempos apetecibles, no siente la necesidad de Dios y tampoco cree que el
demonio actúe, pues a él no le toca. Pero también los hay que gozan de su
avanzada sociedad occidental, que tienen su casa, su coche, su salario que les
permite vivir holgadamente, pero eso sí, no olvidan que el alma necesita
trabajar y hacer obras buenas, y además, comparten lo que tienen poniéndolo al
servicio del Evangelio y de sus hermanos. Por buenos que ya seamos, por muchas
conquistas que hayamos logrado con nuestras oraciones, sufrimiento y esfuerzos
no es suficiente si seguimos en la tierra y no estamos exentos de sucumbir a la
tentación.
La vida es el periodo de tiempo, corto, que tenemos para
decidir nuestra eternidad, y para amar. Cada día mueren millones de personas,
un día será el tuyo y el mío. Un día todo esto habrá acabado y tenemos en
nuestras manos que ese día sea el mejor de nuestra vida. Hemos de trabajar sin
descanso, pensando en el día que todo será descanso. Puede que la idea del
cielo no nos incentive demasiado, que prefiramos un premio terrenal, que
creamos que el cielo es una levitación aburrida..., no desconfiemos, cuentan de
aquel pobre vagabundo que pidió a un rey una moneda y éste le miró con cariño y
le lavó, le vistió con las mejores galas y lo llevó a palacio. No nos quedemos
con la moneda de la felicidad terrenal, confiemos en nuestro Rey que mirándonos
con amor nos dará muy por encima de lo que pidamos e imaginemos. Todo lo que
deseamos y mucho más está en el cielo, pues ¡vamos a llenarlo!, vamos a dedicar
nuestra vida a hacer felices a los hombres, a llevarles al cielo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta con agrado, Señor, la ofrenda de nuestro servicio,
tú, que recibiste a san Ignacio, trigo de Cristo, como pan purificado por los
sufrimientos del martirio que padeció. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Soy trigo de Cristo, seré triturado por los dientes de
las fieras y transfigurado así en pan inmaculado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el pan celestial que hemos recibido al conmemorar el
martirio de san Ignacio, nos dé, Señor, nuevas fuerzas para que, con las
palabras y las acciones, nos manifestemos como verdaderos cristianos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Abra por favor la
siguiente página WEB
http://grupodeoraciondivinonio.blogspot.com/
https://www.facebook.com/GrupoDeOracionDivinoNino?ref=bookmarks
Su petición será
publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que
hay hermanos que también necesitan
oraciones.
wpauta@yahoo.es,
wpauta@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario