viernes, 31 de enero de 2020

EUCARISTÍA Febrero 1, Santoral, Reflexión y Peticiones



EUCARISTÍA Febrero 1, Santoral, Reflexión y Peticiones
UNA LECCIÓN EJEMPLAR 2 Sam 12,1-7.10-17; Mc 4. 35-41

Antífona de Entrada
El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.

Oración Colecta
Oremos: Concédenos, Señor, que tu poder pacificador dirija el curso de los acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con tranquilidad. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Primera Lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (12, 1-7. 10-17)
En aquellos días, el Señor envió al profeta Natán para que fuera a ver al rey David.
Llegó Natán ante el rey y le dijo: “Había dos hombres en una ciudad, uno rico y el otro pobre.
El rico tenía muchas ovejas y numerosas reses. El pobre sólo tenía una ovejita, que se había comprado; la había criado personalmente y ella había crecido con él y con sus hijos.
Comía de su pan, bebía de su vaso y dormía junto a él.
La quería como a una hija.
Un día llegó un visitante a la casa del rico, y éste no quiso sacrificar ninguna de sus ovejas ni de sus reses, sino que se apoderó de la ovejita del pobre, para agasajar a su huésped”.
Al escuchar esto, David se puso furioso y le dijo a Natán:
“Verdad de Dios que el hombre que ha hecho eso debe morir.
Puesto que no respetó la ovejita del pobre, tendrá que pagar cuatro veces su valor”.
Entonces Natán le dijo a David: “¡Ese hombre eres tú!
Por eso te manda decir el Señor:
‘La muerte por espada no se apartará nunca de tu casa, pues me has despreciado, al apoderarte de la esposa de Urías, el hitita, y hacerla tu mujer.
Yo haré que de tu propia casa surja tu desgracia, te arrebataré a tus mujeres ante tus ojos y se las daré a otro, que dormirá con ellas en pleno día. Tú lo hiciste a escondidas; pero yo cumpliré esto que te digo, ante todo Israel
y a la luz del sol’ ”.
David le dijo a Natán: “He pecado contra el Señor”. Natán le respondió: “El Señor te perdona tu pecado. No morirás.
Pero por haber despreciado al Señor con lo que has hecho, el hijo que te ha nacido morirá”.
Y Natán se fue a su casa.
El Señor mandó una grave enfermedad al niño que la esposa de Urías le había dado a David. Este pidió a Dios por el niño, hizo ayunos rigurosos y de noche se acostaba en el suelo. Sus servidores de confianza le rogaban que se levantara, pero él no les hacía caso y no quería comer con ellos. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 50
Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos.
No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa.
Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán a ti los pecadores.
Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Líbrame de la sangre, Dios, salvador mío y aclamará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza.
Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. Aleluya.

† Lectura del santo Evangelio san Marcos 4, 35-41
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Vamos a la otra orilla del lago”.
Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca
y la iban llenando de agua.
Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín.
Lo despertaron y le dijeron: “Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?”
El se despertó, reprendió al viento y dijo al mar:
“¡Cállate, enmudece!” Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma.
Jesús les dijo: “¿Por qué tenían tanto miedo?
¿Aún no tienen fe?”
Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: “¿Quién es éste,
a quien hasta el viento y el mar obedecen?”. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN Evangelio san Marcos 4, 35-41
Al calmar la tempestad y el viento, en el Evangelio de hoy, Jesús nos manifiesta que él es Dios, nos muestra cómo su poder es más fuerte que una tormenta amenazadora. Por eso, en primer lugar, podríamos decir que este episodio nos vuelve a llamar a poner nuestra confianza en el Señor, pues aunque en nuestra vida, pasemos por situaciones difíciles o turbulentas, debemos saber que, en medio de ellas, el Señor está presente, contra lo cual esas amenazas decaen. En segundo lugar, se nos invita a que como Iglesia seamos contemplativos para responder satisfactoriamente a la pregunta “¿quién es este?” Ante el Señor, es más acertado admirar y adorar que explicar o especular.
Preguntémonos hoy: ¿Podemos sentirnos abandonados, solos, indefensos, cuando sabemos que Jesús es más fuerte que todo lo que pueda dañarnos?

Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios, que haces tuyas nuestras ofrendas, que tú mismo nos das para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Prefacio Común de la Virgen María.

Santo, Santo, Santo…

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 11. 27
Dichoso el vientre de la Virgen María, que llevó al Hijo del eterno Padre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir el sacramento celestial en la conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos, Padre misericordioso, que, a imitación suya, nos concedas ponemos dignamente al servicio del misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.

Su petición será publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones.

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