lunes, 6 de enero de 2020

EUCARISTÍA Enero 7, Santoral, Reflexión y Peticiones




EUCARISTÍA Enero 7, Santoral, Reflexión y Peticiones
MARTES 7
Blanco Feria del Tiempo de Navidad o Memoria de San Raimundo de Peñafort, presbítero MR, p. 172 (192); Lecc. I, p. 468
HASTA QUEDAR SATISFECHOS 1 Jn 4,7-10; Mc 6,34-44

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 117. 26-27
Bendito el que viene en nombre del Señor. El Señor es Dios, él nos ilumina.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, cuyo Unigénito se manifestó en la realidad de nuestra carne, concédenos, por aquel que hemos conocido semejante a nosotros en lo exterior, que merezcamos quedar interiormente renovados. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA
Dios es amor.
De la primera carta del apóstol san Juan: 4,7-10
Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él.
El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 712. 3-4ab. 7-8
R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.
Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18
R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
Al multiplicar los panes, Jesús se manifiesta como profeta.

Lectura del santo evangelio Mateo 4, 12-17. 23-25
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que hablan arrestado a Juan se retiró a Galilea.
Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:
«País de Zabulón y país de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló.»
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
—«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»
Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.
Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba.
Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Trasjordania. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN evangelio Mateo 4, 12-17. 23-25
Aquí estamos al comienzo del ministerio de Jesús. Deja Nazaret y se instala en Cafarnaún, un centro pesquero bullente, en el mar de Galilea. Su llamado al arrepentimiento es idéntico al de Juan el Bautista.
Es un hombre que comienza tarde, un joven que va de prisa. Su héroe, Juan, ha sido decapitado y se da cuenta de que su tiempo puede ser breve. Él se dirige a grandes multitudes, proclamando la Buena Nueva del Reino de Dios, sanando a todo tipo de enfermos y exorcizando demonios.
¿Puedo captar la excitación y el entusiasmo de las multitudes, que vienen desde muy lejos? ES.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Navidad o de la Epifanía

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ef 2, 4; Rm 8, 3
Por el gran amor con que nos amó, Dios envió a su propio Hijo a compartir nuestra condición humana en todo, menos en el pecado. Por el gran amor con que nos amó, Dios envió a su propio Hijo con una naturaleza semejante a la del pecado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti al permitimos participar en tus sacramentos, realiza su poderoso efecto en nuestros corazones, y que la misma recepción de este don tuyo nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.


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P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones.

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