ADVOCACIONES DE MARÍA No.15
Mayo 11
NUESTRA SEÑORA DE LA DIVINA PROVIDENCIA
Fiesta: 19 de noviembre
PATRONA DE PUERTO RICO
La devoción a María Madre de la Divina Providencia va unida a la historia del establecimiento de los Barnabitas en Roma. En 1611 se vieron obligados a interrumpir las obras de una iglesia por graves dificultades económicas. El P. Blas Palma resolvió entonces peregrinar a Loreto para implorar la ayuda de la Virgen. El milagro se produjo. El P. Palma redactó una crónica de esta intervención de María y recomendó a todos recurrir con la mayor confianza a la Virgen de la Providencia.
En 1659, los Barnabitas fueron forzados a abandonar una de sus dos casas en Roma. Con gran cuidado transportaron una imagen milagrosa de la Virgen. Cuando en 1663 iba a ser colocada en un nuevo altar, la imagen cayó y se rompió en mil pedazos. Para indemnizar a los Barnabitas el arquitecto encargado de las obras les ofreció un magnífico cuadro de la Virgen con el Niño Jesús en sus brazos. Era una pintura del célebre Scipion Pulzone, llamado el Gaetano.
En 1732, el P. Mafetti, barnabita en Roma, ofreció a la veneración pública una copia exacta del cuadro con el título: Mater Divinae Providentiae. Ello levantó una explosión de entusiasmo en Roma y pronto afluyeron peregrinaciones. Las gracias y favores de todo género obtenidas sin interrupción desde entonces demuestran cómo complace a la Virgen ser invocada bajo un título que tan bien corresponde a los deseos de su Corazón maternal.
Los Papas Benedicto XIV, Gregorio XVI, Pío VII, Pío IX y León XIII acudieron a esta imagen en diversas ocasiones. Pío IX le ofreció la preciosa casulla que había llevado el día de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, en 1854. León XIII otorgó Oficio y Misa propios de la Madre de la Divina Providencia.
A mediados del siglo XIX, la sierva de Dios sor Teresa Arguyo Fontseca, al fundar la orden de las Religiosas Franciscanas Clarisas, quiso que se llamaran de la Divina Providencia y que se venerara en sus iglesias abiertas al culto la imagen de la Madre de la Divina Providencia, cuya fiesta se celebra el 4 de mayo.
La sugestiva imagen que ilustra hoy nuestra portada es la que se venera en el monasterio de las religiosas Clarisas de la Divina Providencia de Olot, suscriptoras de AVE MARÍA. El Niño duerme con plena confianza y abandono en el regazo de su Madre, que vigila su sueño con ternura. Así debemos los cristianos poner nuestra confianza total en las manos de Dios, y en María, "nuestra Madre en el orden sobrenatural" por disposición de la divina Providencia.
Patrona de Puerto Rico
La advocación y culto a Nuestra Señora de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo XIII. Fue una devoción muy difundida y popular que posteriormente pasó a España donde se levantó un santuario en Tarragona, Cataluña.
Al ser nombrado obispo de Puerto Rico el catalán Gil Esteve y Tomás, trajo consigo esta devoción que conociera en sus años de seminarista. En las manos de la Divina Providencia tuvo que poner toda su diócesis este prelado, pues encontró a la catedral prácticamente en ruinas y la economía de la diócesis en peores condiciones. La confianza del obispo y su trabajo dieron fruto rápidamente y antes de los cinco años ya había podido reconstruir el templo catedralicio, en el que se estableció el culto y la devoción a la Virgen de la Providencia.
La imagen original venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un hermoso óleo en el que aparece la Virgen con el Divino Niño dormido plácidamente en sus brazos. Se cuenta que el título "de la Divina Providencia", se debe a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien al invocar la protección de la Virgen un día en que sus frailes no tenían nada que comer, encontró a la puerta del convento dos cestas repletas de alimentos sin que se pudiese conocer su procedencia.
La imagen mandada a hacer por Don Gil Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para ser vestida), y estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años, hasta que en 1920 fue sustituida por otra magnífica talla, toda de madera, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y conocida por las comunidades puertorriqueñas.
María se inclina sobre el Niño, que en total actitud de confianza duerme plácidamente en su regazo. Las manos de la Virgen se unen en oración mientras sostiene suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.
El Papa Pablo VI declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de la isla de Puerto Rico mediante un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969. En ese documento se decretó también que la solemnidad de la Virgen debía trasladarse del dos de enero, aniversario de su llegada a la isla, al 19 de noviembre, día en que fue descubierta la isla de Borinquen. Se quiso unir así los dos grandes afectos de los puertorriqueños; el amor por su preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.
La talla más antigua, que data del 1853, fue la elegida para ser coronada solemnemente durante la reunión del Consejo Episcopal Latino Americano celebrada en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976.
Con un permiso especial de Vaticano, el día 5 de diciembre, el primer Cardenal puertorriqueño coronaría la imagen de la Virgen, en el solar del estacionamiento del Coliseo Roberto Clemente, como Patrona de Puerto Rico.
La noche anterior, una mano criminal quemó la recién restaurada imagen de la Madre de Dios en la Parroquia de Santa Teresita de Santurce. Pero eso no detuvo la solemne coronación, que ocurrió, ante la emotiva presencia de unos cien mil devotos puertorriqueños, muchos en lágrimas; cardenales, arzobispos y obispos de toda Latinoamérica asistieron al acto.El Cardenal, dijo entonces a los presentes: "El fósforo que se utilizó para quemar a la imagen incendió una llama en el corazón de todos los puertorriqueños." Y añadió: "Gracias a Dios, que es imposible quemar a la Virgen, porque Ella se encuentra en el Cielo".
La imagen quemada fue enviada a España para ser restaurada y actualmente espera la construcción del proyecto gran santuario nacional para ser allí colocada.
Desde su proclamación como Patrona de Puerto Rico, la devoción a la Virgen de la Providencia ha aumentado grandemente, no solamente aquí, sino en los Estados de la Unión Norteamericana donde residen puertorriqueños.
Himno
Virgen Santa de la Providencia
Madre de Clemencia,
Honor del Caribe.
Protectora, Borinquen te aclama.
Patrona te llama y a tu amparo vive.
Los Boricuas, tus hijos amados,
llegan confiados a buscar los bienes,
que les brinda con todo el cariño,
por tu mano, el niño,
que en tus brazos tienes.
Ese niño que reposa en calma,
despierto en el alma
en Borinquen sueña.
Y se alegra de que hayas querido
por trono escogido, tierra Borinqueña.
Puerto Rico, te tiende su brazo,
solo en tu regazo, descansar añora,
y te pide, que sigas constante,
siendo en cada instante
su fiel protectora.
Oración
Oh Madre poderosísima de Dios y Madre amorosísima nuestra: con todo el afecto y fervor de nuestras almas te rogamos que nos concedas, no sólo a nosotros, sino también a todos nuestros parientes y amigos, y a los habitantes de toda la Isla, la gracia de cifrar en Ti nuestra esperanza y de agradarte con una constante y fervorosa devoción.
Dígnate conservar y aumentar el amor que te profesa Puerto Rico, y que echen cada día en nuestro suelo raíces más profundas la moral, la piedad, la Religión Católica.
Derrama tus luces soberanas sobre nuestros gobernantes, para que, con acertadas leyes y disposiciones saludables, promuevan nuestro bien temporal y eterno.
Haz que te seamos fieles hasta la muerte, a fin de que, después de haberte amado, venerado, invocado a imitado en la presente vida, te amemos, veneremos, ensalcemos a imitemos en la gloria, por eternidad de eternidades. Así sea.
La advocación y culto a Nuestra Señora de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo XIII. Fue una devoción muy difundida y popular que posteriormente pasó a España donde se levantó un santuario en Tarragona, Cataluña.
Al ser nombrado obispo de Puerto Rico el catalán Gil Esteve y Tomás, trajo consigo esta devoción que conociera en sus años de seminarista. En las manos de la Divina Providencia tuvo que poner toda su diócesis este prelado, pues encontró a la catedral prácticamente en ruinas y la economía de la diócesis en peores condiciones. La confianza del obispo y su trabajo dieron fruto rápidamente y antes de los cinco años ya había podido reconstruir el templo catedralicio, en el que se estableció el culto y la devoción a la Virgen de la Providencia.
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqx23Xlkadu9hWmno23zlGfKM4KCRLgiwoDtvPxbF7VsMvwetOjNp8NjG0U1BB4P_MmO-NxIEY1a_lw6OJqNx1tKCwmWVagh8SxiPedmWOnP0hxuWntRi2jyra9y-XfeHYIfyWlgQjikI/s1600/NUESTRA+SE%C3%91ORA+DE+LA+DIVINA+PROVIDENCIA.jpg
Abra por favor la siguiente pagina WEB
http://grupodeoraciondivinonio.blogspot.com/
https://www.facebook.com/GrupoDeOracionDivinoNino?ref=bookmarks
Su petición será publicada en nuestras paginas WEBS
P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones cuando sea menester ayúdenos con sus oraciones.
Cursillista M.E. Winston Pauta Avila
wpauta@yahoo.es,
wpauta@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario