
MISA Abril 17 SANTORAL, PETICIONES Y REFLEXIONES
DOMINGO 17
Blanco IV Domingo
de Pascua Domingo del Buen Pastor: Oración por Las Vocaciones
Sacerdotales y
Religiosas MR p.363 (368) / Lecc. I, p. 337 / LH 4a. Semana
Otros santos:
Simeón Bar-Sabbas y compañeros, mártires; Aniceto I, papa y mártir. Beata Clara
Gambacorta, abadesa.
YO LAS CONOZCO Y
ELLAS ME SIGUEN
ANTÍFONA ENTRADA Cfr. Sal 32,5-6
La tierra está llena del amor del Señor y su palabra hizo
los cielos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que nos lleves a
gozar de la alegrías celestiales para que tu rebaño, a pesar de su fragilidad,
llegue también a donde lo precedió su glorioso Pastor. Él, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA
PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ahora nos dirigiremos a los paganos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 14. 43-52
En aquellos días, Pablo y Bernabé prosiguieron su camino
desde Perge hasta Antioquía de Pisidia, y el sábado entraron en la sinagoga y
tomaron asiento.
Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y
prosélitos piadosos acompañaron a Pablo y a Bernabé, quienes siguieron
exhortándolos a permanecer fieles a la gracia de Dios.
El sábado siguiente casi toda la ciudad de Antioquía
acudió a oír la palabra de Dios. Cuando los judíos vieron una concurrencia tan
grande, se llenaron de envidia y comenzaron a contradecir a Pablo con palabras
injuriosas. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: "La palabra de
Dios debía ser predicada primero a ustedes; pero como la rechazan y no se
juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Así nos lo ha
ordenado el Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz de los paganos, para
que lleves la salvación hasta los últimos rincones de la tierra".
Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y
glorificaban la palabra de Dios, y abrazaron la fe todos aquellos que estaban
destinados a la vida eterna.
La palabra de Dios se iba propagando por toda la región.
Pero los judíos azuzaron a las mujeres devotas de la alta sociedad y a los
ciudadanos principales, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé,
hasta expulsarlos de su territorio. Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de
los pies, como señal de protesta, y se marcharon a Iconio, mientras los
discípulos se quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
del salmo 99, 2.3.5
R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo.
Aleluya.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con
alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos
hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna
su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.
SEGUNDA LECTURA
El Cordero será su pastor y los conducirá a las fuentes
del agua de la vida.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 9.
14-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía
contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y
lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos
con una túnica blanca y llevaban palmas en las manos.
Uno de los ancianos que estaban junto al trono, me dijo:
"Éstos son los que han pasado por la gran tribulación y han lavado y
blanqueado su túnica con la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de
Dios y le sirven día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono
los protegerá continuamente.
Ya no sufrirán hambre ni sed, no los quemará el sol ni
los agobiará el calor. Porque el Cordero, que está en medio del trono, será su
pastor y los conducirá a las fuentes del agua de la vida, y Dios enjugará de
sus ojos toda lágrima".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES
DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya,
aleluya.
Yo soy el buen
pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí. R/.
EVANGELIO
Yo les doy la vida
eterna a mis ovejas.
† LECTURA Evangelio Juan
capítulo 10, versículos 27 al 30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Mis
ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida
eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi
Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del
Padre. El Padre y yo somos uno".
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
† REFLEXION Evangelio Juan
capítulo 10, versículos 27 al 30
Jesús les va a hacer una declaración terminante de su
divinidad. “Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen. Yo
les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis
manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede
arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y Yo somos una sola cosa.”
San Juan, nos presenta en este fragmento del Evangelio,
algunos interesantes puntos doctrinales. En la fe en Jesús, y, por tanto, en
sus obras, que son signos. Si inmediatamente hay causas diversas, es por malas
disposiciones, temor de la luz (Jn 3:19-21), espíritu terreno (Jn 8:23), en el
fondo de ello existe una predestinación, porque ya se dijo, a propósito de la
incredulidad en Jesús, que nadie puede venir a mí si el Padre no le trae (Jn
6:44). Jesús se presenta con un conocimiento sobrenatural y universal de sus
ovejas. Con un oficio de Pastor que llama a sus ovejas de modo real, aunque
misterioso, porque aquéllas oyen su voz; con un poder vitalizador, pues les da
la vida eterna, así es como dice: “Yo les doy Vida eterna”, entonces se
presenta dotado de un poder trascendente, pues nadie puede arrebatar de su mano
estas ovejas, por eso dice Jesús: “nadie las arrebatará de mis manos”.
EL BUEN PASTOR LES DA “LA VIDA ETERNA”
Jesús se presenta una vez más a sí mismo como “buen
pastor” (Jn 10,11) que conoce y ama a sus ovejas, por ende, como alguien que
espera encontrar en las ovejas escucha, obediencia y seguimiento confiado.
El buen pastor les da “la vida eterna”: ésa es la obra
esencial para la que ha venido Jesús (Jn 17,2), y la vida eterna es
precisamente el conocimiento-comunión de amor con Dios y con su Enviado (Jn
17,3). Es así con este fragmento del Evangelio se expresa la intensidad de la
pertenencia: las ovejas – los creyentes, los discípulos – que reciben la vida
de Jesús están siempre en sus manos, “Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en
tu nombre a los que me habías dado” (Jn 17,12), y por eso gozan de una
seguridad eterna. El mismo Padre se las ha confiado, y como nadie es mayor que
Dios, nadie se las puede arrebatar. Se trata de afirmaciones que alientan a la
comunidad cristiana, que sigue estando sometida a prueba por la persecución y
sigue estando asediada por las herejías.
Pertenecer a Jesús significa pertenecer a Dios mismo,
para siempre. Del mismo modo que el Hijo pertenece al Padre y el Padre pertenece
al Hijo, en la unidad del amor que es el Espíritu Santo.
MI PADRE, QUE ME LAS HA DADO
Todo este rebaño espiritual es un don del Padre a El. Mi
Padre, que me las ha dado, es superior a todos. Es decir Dios es lo más grande,
lo más precioso. Jesús dice me las ha dado, le ha dado la naturaleza divina, el
poder divino, que el Padre le había comunicado, tanto para hacer milagros como
para conducir las ovejas y darles la vida eterna.
Las ovejas que oyen su voz y la garantía de que las
ovejas que oyen su voz no perecerán, es porque nadie puede arrebatar nada de
las manos de mi Padre. Porque es un don que le dio el Padre, el cual don es más
bello que todas las cosas. Nada es comparable a la vida eterna, que Jesús
dispensa (Jn 17:1-4). El mismo lo dijo en otra ocasión en tono de pregunta: -
¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? – (Mt 16:26; Lc
9:25) .
EL PADRE Y YO SOMOS UNA SOLA COSA
Finalmente Jesús afirma: El Padre y yo somos una sola
cosa. Entonces, de la misma manera que nadie puede arrebatar nada de la mano de
mi Padre, que aquí son las ovejas, así tampoco se las puede arrebatar de las
suyas. Porque, en definitiva, “Yo y el Padre somos una sola cosa.” Directamente
se expresa esta unidad entre el Padre y el Hijo en el poder. El Padre y el
Verbo encarnado son una sola cosa. Pero lo son no sólo como un profeta, en el
plan, conocimiento y actividad de Jesús para su obra salvadora. Sino también,
por razón de la persona divina, tiene una unión ontológica divina con el Padre.
Esta expresión encuentra su clarificación en la oración sacerdotal, en la que
Jesús pide al Padre que le glorifique con la gloria que tuve cerca de ti antes
de que el mundo existiese – (Jn 17:5.24), lo mismo que en el prólogo, en el que
se enseña abiertamente que el Verbo, que se va a encarnar, era Dios.
Jesús nos habla de su misma e idéntica naturaleza con el
Padre, Hay una naturaleza divina, un solo Dios, naturaleza única en tres
divinas personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las palabras de Jesús, prueban
la consubstancialidad con el Padre y por lo tanto, su divinidad.
San Agustín, escribe en el Libro I de la Confesiones:
Dios es el más grande. Dios es el más íntimo. Dios es el más presente. Dios es
el más trascendente. Hacia el debe orientarse el hombre. En el se debe vivir
La alegría de Cristo resucitado vivan en sus corazones
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Levantemos, hermanos, nuestros ojos a Cristo, obispo y
pastor de nuestras almas, y pongamos en sus manos, con toda confianza, las
necesidades de los hombres diciendo: Jesús, Buen Pastor, sálvanos. (R/. Jesús,
Buen Pastor, sálvanos).
Para que los obispos, los presbíteros y diáconos
apacienten santamente a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor.
Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos
arraigue con fuerza en nuestro mundo, y se alejen de las naciones el odio y las
guerras, roguemos al Señor.
Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren
encuentren en Cristo resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor.
Para que Dios derrame en las familias cristianas el
espíritu de piedad y de renuncia a lo mundano, de manera que germinen
abundantes vocaciones al ministerio eclesial, roguemos al Señor.
Dios nuestro, fuente de gozo y paz, que has concedido a
tu Hijo el poder y la realeza sobre los hombres y los pueblos, escucha nuestra
oración y sosténnos con la fuerza de tu Espíritu, para que nunca nos separemos
de nuestro pastor, que nos conducirá hacia fuente de aguas vivas, y que vive y
reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por
estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por
su acción se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus
ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Buen Pastor, vela con solicitud por tu rebaño y dígnate
conducir a las ovejas que redimiste con la preciosa sangre de tu Hijo, a las
praderas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
OTRAS REFLEXIONES AL EVANGELIO DE HOY
† REFLEXION Evangelio Juan
capítulo 10, versículos 27 al 30
Él nos lo dice: Yo soy el Cristo. Pero muchas veces no lo
escuchamos. Él nos habla siempre con hechos más que con palabras. ¿Cuántos
milagros se han realizado a lo largo de los siglos en la Iglesia y cuán poca
confianza a veces tenemos? Es Cristo quien nos está hablando a través de todas
estas obras.
Nos habla sobre todo en el silencio, en un atardecer en
el mar, en la brisa cargada de fragancias de los campos, en el canto de los
pajaritos... son las palabras de Dios que utiliza para comunicarnos su amor.
Dios no nos habla en la fuerza de la tormenta, ni en el huracán, nos habla en
el susurro de la brisa.
Además el Señor es nuestro Pastor, con Él nada temeremos,
porque nos protege bajo su mano. Él se olvida de sí mismo para darnos su amor,
como un verdadero Pastor sufre frío, calor, cansancio, sed, hambre... por amor.
Nosotros somos las ovejas de Cristo, fuimos entregados a
Él por el mismo Padre celestial. Tanto es el amor de Dios que en todo momento
se recuerda de nosotros. Nunca seremos arrebatados de la mano del Padre. Él nos
protege y nos cuida entre sus manos.
Él y el Padre son uno. Uno que significa unidad, reflejo
e imagen de la unidad que tenemos que vivir entre nosotros. Los hijos con los
padres, los padres entre sí, los hermanos, los amigos, los que no conozco, los
enemigos. Es el ejemplo de Cristo el que debemos imitar.
Bendición Hermanos: En
esta celebración eucarística Cristo ha estado con nosotros como nuestro Buen
Pastor. – Que él esté también con
nosotros en nuestra vida y nos guíe por medio de su Santo Espíritu. Que también
nos haga pastores, los unos de los otros: que, como hermanos, nos preocupemos
unos de otros, nos animemos y apoyemos mutuamente; y que así lleguemos a ser
para el mundo un signo del amor fiel y bondadoso de Dios.
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre,
hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.
Abra por favor la
siguiente pagina WEB
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Su petición será
publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que
hay hermanos que también necesitan
oraciones, cuando sea menester ayúdenos con sus oraciones.
Cursillista M. E. Winston Pauta Avila
Guayaquil -
Ecuador
wpauta@yahoo.es,
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