miércoles, 18 de marzo de 2020

EUCARISTÍA Marzo 19, Santoral, Reflexión y Peticiones



EUCARISTÍA Marzo 19, Santoral, Reflexión y Peticiones
JUEVES 19
San José, esposo de la santísima Virgen María
Blanco Solemnidad MR, p. 720 (707); Lecc. I, p. 1003
UNA PATERNIDAD EJEMPLAR 2 Sam 7. 4-5.12-14; Rom 4, 12. 16-18; Lc 2,41-51

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr: Lc 12. 42
Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que quisiste poner bajo la protección de san José el nacimiento y la infancia de nuestro Redentor, concédele a tu Iglesia proseguir y llevar a término, bajo su patrocinio, la obra de la redención humana. Por nuestro Señor Jesucristo ...

PRIMERA LECTURA
El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
Del segundo libro de Samuel: 7, 4-5.12-14.16
En aquellos días, el Señor le habló al profeta Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: 'Cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino.
Él me construirá una casa y yo consolidaré su trono para siempre. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88, 22-3. 4-5. 27. 29.
R/. Su descendencia perdurará eternamente.

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.
El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que le hice". R/.

SEGUNDA LECTURA
Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 4, 13. 16-18.22
Hermanos: La promesa que Dios hizo a Abraham y a sus descendientes, de que ellos heredarían el mundo, no dependía de la observancia de la ley, sino de la justificación obtenida mediante la fe.
En esta forma, por medio de la fe, que es gratuita, queda asegurada la promesa para todos sus descendientes, no sólo para aquellos que cumplen la ley, sino también para todos los que tienen la fe de Abraham. Entonces, él es padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te he constituido padre de todos los pueblos.
Así pues, Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó y que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía no existen. Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido: Así de numerosa será tu descendencia. Por eso, Dios le acreditó esta fe como justicia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 83, 5
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que viven en tu casa; siempre, Señor, te alabarán. R/.
Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.

Del santo Evangelio san Mateo: 1, 16.18-21. 24
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN Evangelio san Mateo: 1, 16.18-21. 24
Hoy celebramos a San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María, varón justo, nacido de la estirpe de David. Y en el Evangelio contemplemos a José en parte de su itinerario vocacional, volcado en acoger y proteger el Misterio del Hijo nacido de María y la maternidad de su esposa: José responderá a la llamada del Señor y otorgará al hijo de María su linaje, le hará descendiente de David… El patrocinio de San José es ejemplo de vida entregada a la voluntad Dios para los cristianos de siempre. Parte de una canción nos ayuda hoy a hacer oración y a preguntarnos por nuestra respuesta al Señor que llama: “En Nazaret junto a la Virgen Santa. En Nazaret, Glorioso San José, cuidaste al niño Jesús pues por tu gran virtud fuiste digno custodio de la luz.
A la luz de este texto y de la figura de San José, podemos mirar el recorrido vocacional que nosotros estamos llevando hasta ahora. ¿A qué me llama el Señor? ¿Cómo le estoy respondiendo?

Se dice Credo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que así como san José sirvió con amorosa entrega a tu Unigénito, nacido de la Virgen María, así también nosotros, con un corazón limpio, merezcamos servirte en tu altar. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO
Misión de san José, MR, p. 721 (708).
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de san José, porque él es el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios, el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia para que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu Unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 25, 21
Alégrate, siervo bueno y fiel. Entra a compartir el gozo de tu Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, protege siempre a esta familia tuya que alimentada con el sacramento del altar, se alegra hoy al celebrar la solemnidad de san José, y conserva en ella los dones que con tanta bondad le concedes. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Imploramos, Señor tu clemencia, confiados en tu misericordia, y ya que de ti recibimos todo lo que somos, haz que por tu gracia podamos querer lo que es bueno, y realizar lo que queremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.
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P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones.

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