EUCARISTÍA Noviembre 2, Santoral, Reflexión y Peticiones.
Liturgia Viva del Conmemoración de los
fieles difuntos
Viernes, 2 de noviembre de 2018
DÍA 2 DE NOVIEMBRE: CONMEMORACION DE LOS
FIELES DIFUNTOS
Blanco / Morado / Negro MR, pp. 824-827
(857-860) / Lecc. II, pp. 1149-1160
Orar por los difuntos es una de las
tradiciones cristianas más antiguas. Es muy explicable que, al día siguiente de
celebrar a todos aquellos que han llegado ya a la intimidad con Dios, nos
preocupemos por todos nuestros hermanos que han muerto con la esperanza de
resucitar y con una fe tan sólo conocida por Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA 1 Ts 4, 14; 1 Co 15,
22
Así como Jesús murió y resucitó, de
igual manera debemos creer que a los que mueren en Jesús, Dios los llevará con
él. Y así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida.
Acto Penitencial
Por su muerte y resurrección, Cristo nos
trajo esperanza, vida y alegría. Con la mayor confianza le pedimos perdón por
nuestros pecados. (Pausa)
Señor Jesús, Hijo del Dios vivo: Tú
viniste al mundo para compartir nuestras penas y alegrías: R/ Señor, ten piedad
de nosotros.
Cristo Jesús: tú te entregaste a la
muerte en la cruz para vencer al pecado y a la muerte en nosotros: R/ Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, tú resucitaste de entre los
muertos para ser nuestro camino de vida y alegría infinitas: R/ Señor, ten
piedad de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, Señor, y
perdona todos nuestros pecados. Ayúdanos a vivir tu vida en la tierra y
llévanos a nosotros y a todos los fieles difuntos a la felicidad de la vida
eterna.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, benignamente nuestras
súplicas, y concédenos que al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu
Hijo de entre los muertos, se afiance también nuestra esperanza en la
resurrección de tus hijos difuntos. Por nuestro Señor Jesucristo...
Primera lectura
Lectura del libro de las Lamentaciones
(3,17-26):
Me han arrancado la paz, y ni me acuerdo
de la dicha; me digo: «Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor.»
Fíjate en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago
más que pensar en ello y estoy abatido. Pero hay algo que traigo a la memoria y
me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su
compasión: antes bien, se renuevan cada mañana: ¡qué grande es tu fidelidad! El
Señor es mi lote, me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él
esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor. Palabra
de Dios
Salmo
Sal 129,1-2.3-4.5-6.7-8
R/. Desde lo hondo a ti grito, Señor
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón
y así infundes respeto. R/.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora. R/.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa. R/.
Y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.
Lectura del santo evangelio según san
Juan (14,1-6):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en
mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría
dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os
llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo
voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice: «Señor, no sabemos adonde
vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.» Palabra del Señor
REFLEXION evangelio según san Juan
(14,1-6):
Cuando nos aferramos a lo negativo de
los dolores que hemos sufrido en el pasado, incluso si hemos sido agraviados y
tratados injustamente, nos estamos dejando definir por lo que sucedió en el
pasado, antes que por lo que elegimos hacer ahora y en el futuro. Ésta es una
elección crucial, que determina muchísimo la calidad de nuestras vidas. Oren
por la gracia y sabiduría, para alejarnos de lo negativo de hechos pasados, y
elijamos ser definidos por lo que hagamos ahora y en el futuro.
Entra en la escena de la Escritura de
hoy, vé a Jesús con sus amigos más cercanos, cuando les comunica las noticias
de que solo le quedan horas de vida. Vé su conmoción e incredulidad ante este
dolor anticipatorio. Él trata de consolarlos, afirmando que la pérdida de su
presencia física no es el fin de la vida; pero que todavía estará con ellos de
una forma diferente.
Al místico jesuita Theilhard de Chardin
le gustaba recordarnos: “Somos seres espirituales que tenemos una experiencia
humana, no seres humanos que tenemos una experiencia espiritual”. Lo espiritual
abraza y trasciende la dimensión humana de nuestras vidas. ¿Tienes el sentido de
lo que tu vida incluye, y es más que tu senda de vida en la tierra? ES.
Oración de los Fieles
Oremos a nuestro Dios vivo, que nos creó
para la vida y la felicidad. Dios no nos va a entregar a la muerte definitiva,
sino que nos va a dar vida eterna. Oremos diciéndole: R/ Señor de vida, escucha
bondadoso a tu pueblo.
Por los difuntos de nuestras familias y
de nuestra comunidad, por todos los que significaban mucho para nosotros en la
vida, para que Dios, que los llamó por su nombre, sea su alegría sin fin,
roguemos al Señor: R/ Señor de vida, escucha bondadoso a tu pueblo.
Por los que tuvieron que sufrir mucho en
la vida a causa de la enfermedad, de la injusticia o de la pobreza, para que
sus penas se acaben ya ahora, y para que su felicidad no tenga fin, roguemos al
Señor: R/ Señor de vida, escucha bondadoso a tu pueblo.
Por los difuntos que tuvieron que
caminar en la vida en triste soledad, porque nadie o muy pocos se cuidaron de
ellos, o porque ellos mismos eran personas inadaptadas y solitarias, o porque
sus hijos o compañeros les abandonaron; también por aquellos por quienes nadie
llora, para que ahora puedan descubrir y gozar la alegría de la amistad de los
santos en el cielo, roguemos al Señor. R/ Señor de vida, escucha bondadoso a tu
pueblo.
Y finalmente por nosotros mismos, para
que sepamos ayudarnos y apoyarnos unos a otros en el viaje a través de la vida,
para que vayamos juntos por los caminos del Señor y compartamos penas y
alegrías, vida y muerte, roguemos al Señor: R/ Señor de vida, escucha bondadoso
a tu pueblo.
Prefacio I-V de difuntos, pp. 548-552
(549-553).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean gratas, Señor, nuestras
ofrendas, para que tus fieles difuntos sean recibidos en la gloria con tu Hijo
a quien nos unimos por este sacramento de su amor. El, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 11, 25-26
Yo soy la resurrección y la vida, dice
el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está
vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que tus fieles
difuntos, por quienes hemos celebrado este sacrificio pascual, lleguen a la
morada de la luz y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición
solemne, p. 605 (613),
Bendición Hemos rogado hoy por todos los difuntos, conocidos o desconocidos,
distantes o cercanos.
Ha sido una ocasión para nosotros de
profundizar nuestra fe en la resurrección prometida a los difuntos , y también
a nosotros, peregrinos todavía en este mundo. Creemos en un Dios vivo que
quiere que todos vivan en su alegría y amor. Que nuestro Dios de la vida nos
bendiga a todos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y que esta bendición se
prolongue por siempre.
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Abra por favor la siguiente página WEB
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Su petición será publicada en nuestras
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P.D. No olvide que hay hermanos que
también necesitan oraciones.
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