viernes, 22 de mayo de 2020

EUCARISTÍA Mayo 23, Santoral, Reflexión y Peticiones

EUCARISTÍA Mayo 23, Santoral, Reflexión y Peticiones
SÁBADO 23
Blanco Sábado VI de Pascua MR p. 392 (391) / Lecc. II, p. 947
UN LENGUAJE DIRECTO Hech 18, 23-28; Jn 16, 23-28

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 1 Pe 2,9
Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te llamó de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, cuyo Hijo, al subir a los cielos, se dignó prometer a sus Apóstoles el Espíritu Santo, concédenos que, así como ellos recibieron los dones para proclamar de muchos modos las celestiales enseñanzas, así también nos otorgues a nosotros los dones espirituales. Por nuestro Señor Jesucristo ...

PRIMERA LECTURA
El judío Apolo demostró, por medio de la Escritura, que Jesús es el Mesías.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 23-28
En aquellos días, después de haber estado en Antioquía algún tiempo, emprendió Pablo otro viaje y recorrió Galacia y Frigia, confirmando en la fe a los discípulos. Un judío, natural de Alejandría, llamado Apolo, hombre elocuente y muy versado en las Escrituras, había ido a Éfeso. Aquel hombre estaba instruido en la doctrina del Señor, y siendo de ferviente espíritu, disertaba y enseñaba con exactitud lo concerniente a Jesús, aunque no conocía más que el bautismo de Juan. Apolo comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Cuando lo oyeron
Priscila y Aquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con mayor exactitud la doctrina del Señor. Como él deseaba pasar a Grecia, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allá para que lo recibieran bien. Cuando llegó, contribuyó mucho, con la ayuda de la gracia, al provecho de los creyentes, pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando, por medio de las Escrituras, que Jesús era el Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 46,2-3.8-9.10.
R/. Dios es el rey del universo. Aleluya.

Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham, porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 16, 28
R/. Aleluya, aleluya.
Yo salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre, dice el Señor. R/.
El Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre.

Del santo Evangelio san Juan: 16,23-28
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
Les he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del Padre abiertamente. En aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que rogaré por ustedes al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre. Yo salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXION Evangelio san Juan: 16,23-28.
Hoy, en vigilias de la fiesta de la Ascensión del Señor, el Evangelio nos deja unas palabras de despedida entrañables. Jesús nos hace participar de su misterio más preciado; Dios Padre es su origen y es, a la vez, su destino: «Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre». Jesús y el Padre viven en el gozo de amarse mutuamente. Y basta que nosotros lo pidamos para que ese gozo nos sea concedido. Pidamos entonces con confianza, y la vida divina será realidad en nuestra sencilla experiencia cotidiana. Conectados en la relación con el Padre mediante la unión con Él, nuestro gozo es total y nuestra oración perfecta. Dios ofrece siempre su amor a todo el mundo, pero este amor se torna recíproco sólo si el hombre responde. En síntesis, el breve  texto del evangelio de hoy, nos abre un enorme panorama del amor que hay entre el Padre y el hijo y cuando nosotros nos dejamos amar por Dios y lo amamos, nos metemos de lleno dentro de ese amor inagotable.
A la luz de la Buena Noticia de hoy nos preguntamos: ¿Con qué empeño me dedico a crecer en la amistad con Jesús? ¿Qué estoy haciendo para lograr una identificación real a través de la comunión con Él y del amor al prójimo?

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y, al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 24
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me diste, dice el Señor. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.
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Su petición será publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones.

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