domingo, 22 de marzo de 2020

EUCARISTÍA Marzo 23, Santoral, Reflexión y Peticiones





EUCARISTÍA Marzo 23, Santoral, Reflexión y Peticiones
LUNES 23
Morado Lunes IV de Cuaresma o Memoria parcial de Santo Toribio de Mogrovejo, obispo* MR, p. 222 (241) / Lecc. I, p. 761
LA FUNCIÓN DIDÁCTICA DE LAS CURACIONES Is 65, 17-21; J 4,43-54

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 7-8
Confío en ti, Señor. Me gozaré y me alegraré en tu misericordia porque te has fijado en mi aflicción.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que renuevas el mundo por medio de tus admirables sacramentos, concede que tu Iglesia progrese gracias a tus designios eternos y que no le falten los auxilios temporales. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
Ya no se oirán gemidos ni llantos.
Del libro del profeta Isaias: 65, 17-21
Esto dice el Señor: "Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; ya no recordaré lo pasado, lo olvidaré de corazón.
Se llenarán ustedes de gozo y de perpetua alegría por lo que voy a crear: Convertiré a Jerusalén en júbilo y a mi pueblo en alegría. Me alegraré por Jerusalén y me gozaré por mi pueblo. Ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.
Ya no habrá niños que vivan pocos días, ni viejos que no colmen sus años y al que no los alcance se le tendrá por maldito. Construirán casas y vivirán en ellas, plantarán viñas y comerán sus frutos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 29,2.4. 5-6. 11-12a.13b.
R/. Te alabaré, Señor, eternamente.

Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Am 5, 14
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará con ustedes. R/.
EVANGELIO
Vete, tu hijo ya está sano.

Del santo Evangelio san Juan: 4, 43-54
En aquel tiempo, Jesús salió de Samaria y se fue a Galilea. Jesús mismo había declarado que a ningún profeta se le honra en su propia patria. Cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que él había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían estado allí.
Volvió entonces a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm. Al oír éste que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera a curar a su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le dijo: "Si no ven ustedes signos y prodigios, no creen". Pero el funcionario del rey insistió: "Señor, ven antes de que mi muchachito muera". Jesús le contestó: "Vete, tu hijo ya está sano".
Aquel hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Cuando iba llegando, sus criados le salieron al encuentro para decirle que su hijo ya estaba sano.
Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Le contestaron: "Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre". El padre reconoció que a esa misma hora Jesús le había dicho: 'Tu hijo ya está sano', y creyó con todos los de su casa. Éste fue el segundo signo que hizo Jesús al volver de Judea a Galilea.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN Evangelio san Juan: 4, 43-54
El Evangelio de hoy nos muestra la experiencia de dolor que le permitió a aquel pagano, funcionario del Rey una verdadera experiencia de salvación/sanación. Encontró al Salvador en el sufrimiento. Buscaba ayuda para su hijo enfermo y lo interesante es que este hombre, este funcionario creyó en la palabra de Jesús. No pidió señales ni pruebas, sino que creyó antes de que Jesús realizara la curación. Así hoy se nos afirma que creerle a Jesús significa dejar todo en sus manos. La vida de dolor, de sufrimiento, incluso de muerte, puede ser un espacio para encontrar en Dios la fuerza necesaria para seguir adelante, porque Él no se encierra y acoge a todos.
Mirando este relato, ¿Cómo vivo mi fe? ¿Confío en la palabra de Jesús o solamente creo en los milagros y en las experiencias sensibles? ¿En el dolor, le creo a Dios?

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que podamos alcanzar el fruto de la ofrenda que te presentamos, para que, purificados de la antigua situación de pecado, nos renueve la participación en la vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ez 36,27
Infundiré mi Espíritu en ustedes, y los haré vivir según mis preceptos y cumplir mis mandamientos, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que tus santos misterios, renovándonos, nos vivifiquen, nos reanimen con su vigorosa fuerza y, santificándonos, nos conduzcan a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Renueva, Señor, interior y exteriormente a tu pueblo, y ya que no quieres que lo frenen los placeres carnales, afiánzalo en su anhelo de los bienes espirituales. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has hecho crecer a tu Iglesia por los cuidados apostólicos y el celo por la verdad del santo obispo Toribio de Mogrovejo, concede también al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en la fe y renovarse en la santidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.
Su petición será publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones.

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