EUCARISTÍA Marzo 11, Santoral, Reflexión y Peticiones
MIÉRCOLES 11
Morado Miércoles II de Cuaresma MR, p. 205 (224); Lecc. I, p. 726
EL SERVICIO PROFÉTICO DE JEREMÍAS Jer 18,18-20; Mt 20, 17-28
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 37, 22-23
No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí. Ven aprisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
ORACIÓN COLECTA
Conserva, Señor, a tu familia en el camino del bien que tú le has señalado, y ayúdala en sus necesidades temporales para que pueda buscar los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Vengan, ataquemos al justo.
Del libro del profeta Jeremías: 18, 18-20
En aquellos días, los enemigos del profeta se dijeron entre sí: "Vengan, tendamos un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar doctrina al sacerdote, consejo al sabio, ni inspiración al profeta. Vengan, ataquémoslo de palabra y no hagamos caso de sus oráculos".
Jeremías le dijo entonces a Dios: "Señor, atiéndeme. Oye lo que dicen mis adversarios. ¿Acaso se paga bien con mal? Porque ellos han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo he insistido ante ti, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 30, 5-6.14.15-16.
R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Sácame, Señor, de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás. R/.
Oigo las burlas de la gente y todo me da miedo; se conjuran contra mí y tratan de quitarme la vida. R/.
Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios y en tus manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
EVANGELIO
Lo condenarán a muerte.
Del santo Evangelio san Mateo: 20, 17-28
En aquel tiempo, mientras iba de camino a Jerusalén, Jesús llamó aparte a los Doce y les dijo: "Ya vamos camino de Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día, resucitará".
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?". Ella respondió:
"Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino". Pero Jesús replicó: "No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?". Ellos contestaron: "Sí podemos". Y él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado".
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN Evangelio san Mateo: 20, 17- 28
En el evangelio de hoy aunque nos habla de tres puntos: el tercer anuncio de la pasión, la petición de la madre de los hijos de Zebedeo y la discusión de los discípulos que quieren el primer puesto, podemos descubrir lo que nos quiere decir a nosotros. El anunció de la pasión y de las humillaciones que tendría que sufrir el Señor, no siempre se escuchan. Parece más interesante pensar en ese reino de felicidad que vendrá y en los puestos más destacados en este reinado. Hoy como ayer, Jesús rechaza esos deseos mundanos y nos pide que no caigamos en esa trampa. En la nueva comunidad que Él inicia en esta tierra la autoridad es servicio, no gloria. Seguir a Jesús implica estar dispuestos a servir de corazón aun cuando no obtengamos ningún éxito humano por ello.
Santiago y Juan piden favores, Jesús promete sufrimiento. Yo, ¿qué le pido al Señor en la oración? ¿Cómo acepto el sufrimiento y los dolores que acontecen en mi vida?
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, benigno, Señor, las ofrendas que te presentamos y, por este santo intercambio de dones, rompe las cadenas de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 20, 28
El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir ya dar la vida por la redención de la multitud.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que nos has dado, Señor, como prenda de inmortalidad, sea para nosotros una firme ayuda para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Concede, Señor, a tus siervos la abundancia de tu protección y de tu gracia, la salud de alma y cuerpo, la plenitud de la caridad fraterna y haz que vivamos siempre entregados a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.
Su petición será publicada en nuestras páginas WEBS
P.D. No olvide que hay hermanos que también necesitan oraciones.
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