EUCARISTÍA Noviembre 18, Santoral, Reflexión y Peticiones
Liturgia Viva del Lunes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario
Lunes, 18 de noviembre de 2019
Memoria de La dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo
Verde / Blanco De Feria, Misa Por la paz y la justicia MR, p. 1141 (1133) / Lecc. II, p. 1008
SEÑOR, QUE VEA OTRA VEZ 1 Mac 1,10-15. 41-43. 54-57. 62-64; Lc 18, 35-43
ANTÍFONA DE ENTRADA Si 36, 18-19
Concede, Señor, la paz a quienes en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y guíanos por el camino de la justicia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que revelaste que han de ser llamados hijos tuyos quienes promueven la paz, concédenos trabajar incansablemente por establecer la justicia, que es la única que garantiza una paz firme y verdadera Por nuestro Señor Jesucristo...
PRIMERA LECTURA
Muy grande fue la prueba que soportó Israel.
Del primer libro de los Macabeos: 1, 10-15. 41-43. 54-57. 62-64
En aquellos días, surgió un hombre perverso, Antioco Epífanes, hijo del rey Antíoco, que había estado como rehén en Roma. Subió al trono el año ciento treinta y siete del imperio de los griegos.
Hubo por entonces unos israelitas apóstatas, que convencieron a muchos diciéndoles: "Vamos a hacer un pacto con los pueblos vecinos, pues desde que hemos vivido aislados, nos han sobrevenido muchas desgracias".
Esta proposición fue bien recibida y algunos del pueblo decidieron acudir al rey y obtuvieron de él autorización para seguir las costumbres de los paganos. Entonces, conforme al uso de los paganos, construyeron en Jerusalén un gimnasio, simularon que no estaban circuncidados, renegaron de la alianza santa, se casaron con gente pagana y se vendieron para hacer el mal.
Por su parte, el rey publicó un edicto en todo su reino y ordenó que todos sus súbditos formaran un solo pueblo y abandonaran su legislación particular. Todos los paganos acataron el edicto real y muchos israelitas aceptaron la religión oficial, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.
El día quince de diciembre del año ciento cuarenta y cinco, el rey Antioco mandó poner sobre el altar de Dios un altar pagano, y se fueron construyendo altares en todas las ciudades de Judá. Quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; rompían y echaban al fuego los libros de la ley que encontraban; a quienes se les descubría en su casa un ejemplar de la alianza y a los que sorprendían observando los preceptos de la ley, los condenaban a muerte en virtud del decreto real.
A pesar de todo esto, muchos israelitas permanecieron firmes y resueltos a no comer alimentos impuros. Prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos que violaban la santa alianza. Muy grande fue la prueba que soportó Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118, 53. 61. 134. 150. 151 158.
R/. Ayúdame, Señor, a cumplir tus mandamientos.
Me indigno, Señor, porque los pecadores no cumplen tu ley. Las redes de los pecadores me aprisionan, pero yo no olvido tu voluntad. R/.
Líbrame de la opresión de los hombres y cumpliré tus mandamientos. Se acercan a mí los malvados que me persiguen y están lejos de tu ley. R/.
Los malvados están lejos de la salvación, porque no han cumplido tus mandamientos. Cuando veo a los pecadores, siento disgusto, porque no cumplen tus palabras. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
¿Qué quieres que hago por ti? —Señor, que vea.
Del santo Evangelio san Lucas: 18, 35-43
En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: "Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". Él le contestó: "Señor, que vea". Jesús le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".
Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, ben-diciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN Evangelio san Lucas: 18, 35-43
Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí!” Qué linda oración, de la cual tan fácilmente puedo apropiarme hoy y todos los días. Me pongo en la presencia de Jesús y le pido insistentemente que tenga misericordia de mí en todas mis necesidades y fragilidades.
Yo también puedo escuchar a Jesús preguntándome, “¿Qué quieres que yo haga por ti?” ¿Soy tan rápido para responder como el hombre ciego?, ¿sé tan bien como él lo que deseo de Jesús? Yo también puedo pedir ver nuevamente, ver la presencia de Dios en mi vida y en la vida del mundo, para ver lo que el Señor desea que yo haga. Agradezco a Jesús su presencia misericordiosa y aseguradora en mi vida. ES.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que el sacrificio de la salvación de tu Hijo, Rey de la paz, ofrecido bajo estos signos sacramentales con los que se simbolizan la paz y la unidad, sirvan para estrechar la concordia entre todos tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 9
Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, en abundancia, el espíritu de caridad, para que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Unigénito, fomentemos con eficacia entre todos la paz que él mismo nos dejó. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
GRUPO DE ORACIÓN DIVINO NIÑO.
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